Inteligencia emocional : ¿Qué habilidades son imprescindibles?
Inteligencia emocional : ¿Qué habilidades son imprescindibles?
¿Qué es la inteligencia emocional?
Te has preguntado alguna vez:
- Si ¿Eres capaz de controlar tus impulsos?,
- o si ¿Eres consciente en todo momento de tus sentimientos y emociones?,
- o ¿Cómo se puede sentir otra persona en una determinada situación?,
- o si ¿Dos personas pueden sentirse de diferente manera en una misma situación?
Todas estas preguntas engloban un tipo de inteligencia muy importante para la supervivencia en sociedad: la inteligencia emocional. Entendemos el concepto de » Inteligencia emocional » como una habilidad para gestionar nuestras emociones y relacionarnos óptimamente con nuestro entorno. Es decir, la forma de interactuar con el mundo y el contexto que nos rodea, teniendo muy presentes las emociones y los sentimientos en todo momento. El objetivo final de la inteligencia emocional es la adaptación social. Somos seres sociales y vivimos en sociedad. Por esta sencilla razón tenemos que adaptarnos y comportarnos según las pautas y reglas sociales que permitan la convivencia y el buen trato. Básicamente se refiere a «saber comportarse en cada situación y con cada individuo».
¿Qué habilidades necesitas para tener una buena inteligencia emocional?
La inteligencia emocional engloba muchas habilidades tales como la motivación, la empatía, la autoconciencia emocional, una buena gestión de impulsos, etc.
Podríamos dividir la inteligencia emocional en dos grandes bloques:
A. Inteligencia emocional intrapersonal: ¿Quién soy?, ¿Cómo me siento?, ¿Qué estoy sintiendo?, ¿Me conozco bien?, ¿Qué me hace sentir esta situación?, ¿Qué quiero en mi vida?, ¿Soy capaz de gestionar mis emociones; y si es así, cómo las gestiono?… Se trata de la gestión de uno mismo y de las propias emociones. Dentro de la inteligencia emocional podríamos destacar varias capacidades: autoconocimiento, la autoregulación y la automotivación.
B. Inteligencia emocional interpersonal: ¿Cómo nos relacionamos con nuestro entorno? ¿Cómo nos relacionamos con otras personas? ¿Soy capaz de ponerme en el lugar de otra persona?… Este segundo bloque consiste en la gestión de uno mismo en referencia a los demás. Se trata de tener en cuenta todo el entorno que nos rodea. Para ello, son imprescindibles las siguientes capacidades o habilidades: conciencia social, teoría de la mente, habilidades sociales, empatía y asertividad.
A continuación voy a describir algunas de las habilidades nombradas en estos dos grandes bloques:
- Capacidad de automotivación (o motivarse a uno mismo): uno de los requisitos principales para poder conseguir nuestros objetivos, es focalizarnos en ellos. Necesitamos poner la atención en aquello realmente importante sin tener distracciones. Las emociones pueden ser una distracción cuando no somos capaces de controlarlas. Por lo tanto, si somos capaces de controlar nuestra vida emocional, seremos capaces de dirigir y mantener nuestra atención en la dirección óptima y así conseguir nuestros objetivos. Esta consecución de objetivos nos servirá como motivación para marcarnos objetivos cada vez más difíciles y creativos, y conseguirlos.
- Empatía (o capacidad empática): es muy importante tener en cuenta que todas las personas somos diferentes, es decir: pensamos diferente, sentimos diferente, opinamos diferente y vivimos diferente. Por lo tanto, es imprescindible reconocer las emociones ajenas a la nuestra. Dos personas en una misma situación no tienen por qué sentir lo mismo. Es muy importante trabajar la empatía y aprender a «ponernos en la piel del otro». De este modo, entenderemos mejor las situaciones que puedan suceder alrededor nuestro y tener una mejor respuesta ante ellas.
- Autoconciencia emocional: conocer cómo te sientes en todo momento, es imprescindible. Nos referimos a reconocer la emoción en el momento en el que aparece, en el mismo momento que está sucediendo. Conociendo nuestros sentimientos reales y actuales, seremos capaces de tomar decisiones más acertadas, y por lo tanto, actuaremos en consecuencia. De este modo, tendremos un control mayor sobre nuestras vidas y dirigiremos más positivamente nuestro camino.
- Control de impulsos: está habilidad va muy ligada con la anterior. Cuando somos conscientes de qué nos está pasando en este momento, necesitamos saber gestionarlo. Si mi madre me despierta y eso me enfada, tengo que intentar gestionar este enfado de una forma adaptativa; controlando mis impulsos de saltar, chillar o hasta insultar. Controlar nuestras reacciones emocionales, nos permitirá controlar nuestras conductas, nuestra impulsividad.
- Asertividad: es la capacidad de comunicar en todo momento lo que te sucede. Se trata de «hacerle llegar a otra persona lo que te está pasando». Por ejemplo, si no me ha gustado una contestación de mi amiga, se lo comunico con buenas palabras para que lo sepa e intente no volver a repetirlo.
Autor: Dr. Jaume Guilera