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Transtorno obsesivo compulsivo infantil

El trastorno obsesivo compulsivo (TOC), tiene dos signos distintivos para su detección.  Por un lado, nos encontramos con las obsesiones (patrón de pensamientos y miedos irracionales y por otro con las compulsiones (comportamientos repetitivos).

Las obsesiones son ideas que el sujeto no desea tener, y a pesar de ello se repiten continuamente. Se trata de pensamientos intrusivos, de impulsos e imágenes, que causan un marcado malestar, que aumenta la angustia y la ansiedad, ya que aunque el niño intente ignorarlas, neutralizarlas o suprimirlas, es incapaz, de conseguirlo por sí solo.  Se trata de preocupaciones excesivas sobre cualquier tema, no únicamente los cotidianos como ocurre en el TAG.

Las obsesiones tanto en adultos como en niños son bastante similares, únicamente cambian las situaciones que se viven. Por ejemplo, una situación vivida por un adulto sería dejarse el horno encendido, mientras que en un niño sería dejarse encendido el ordenador.

Por otra parte, las compulsiones son conductas repetitivas o actos mentales realizados en respuesta a las obsesiones que los niños se sienten obligados a cumplir al objeto de reducir el estrés o reducir la ansiedad relacionada con aquellas. Habitualmente se realizan en forma de rituales, estereotipias o alguna moda ligada a las reglas. No existe correspondencia entre el comportamiento que podríamos considerar lógico al miedo obsesivo, o bien dicho comportamiento es desproporcionado al miedo.

Los criterios diagnósticos para el diagnóstico del TOC son los siguientes:

  • Obsesiones
    • No deseadas, repetitivas, pensamientos intrusivos, impulsos, imágenes.
    • Causan un malestar marcado.
    • No solo son preocupaciones excesivas sobre temas cotidianos, como en el TAG.
    • Intentos individuales de ignorarlas, neutralizarlas o suprimirlas.
    • Usualmente reconocido como producto de la propia mente.

Las obsesiones tanto en adultos como en niños son bastante similares, solo cambian las situaciones que se viven. Por ejemplo, una situación vivida por un adulto sería dejarse el horno encendido, mientras que en un niño sería dejarse encendido el ordenador.

  • Compulsiones
    • Conductas repetitivas o actos mentales realizados en respuesta a la obsesión.
    • Típicamente se realiza en forma de estereotipia o alguna moda ligada a las reglas.
    • No hay un comportamiento lógico relacionado con el miedo obsesivo o bien es desproporcionado al miedo.
    • Dirigido a reducir el estrés o prevenir el temido evento.

La prevalencia se sitúa en un 1,6% de la población (Kessler et al., 2005). En cuanto a sexos, hay igualdad de diagnóstico pero las mujeres muestran más limpieza compulsiva y los hombres más obsesiones sexuales o números mágicos para ellos. La edad de aparición suele ser final de la adolescencia o inicio de la adultez, pero puede hacer aparición a cualquier edad. La severidad del trastorno difiere de una persona a otra, y muchas veces una persona con este diagnóstico esconde muy bien su sintomatología. aunque cause problemas en sus relaciones sociales, estudio, trabajo etc. (Veale & Roberts, 2014). La Organización Mundial de la Salud sitúa el TOC como una de las 10 enfermedades más incapacitantes por condiciones de pérdida de ingresos y disminución de calidad de vida.

Autores: D.Cueto ; Dr.J.Guilera

 

Bibliografía

Asociación Americana de Psiquiatría (2014). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5). Arlington, VA: Asociación Americana de Psiquiatría.

 

Bobes, J., Gonzalez, M. P., Bascaran, M. T., Arango, C., Saiz, P. A., & Bousono, M. (2001). Quality of life and disability in patients with obsessive-compulsive disorder. European Psychiatry16(4), 239-245.

 

Kessler, R. C., Berglund, P., Demler, O., Jin, R., Merikangas, K. R., & Walters, E. E. (2005). Lifetime prevalence and age-of-onset distributions of DSM-IV disorders in the National Comorbidity Survey Replication. Archives of general psychiatry62(6), 593-602.

 

Veale, D., & Roberts, A. (2014). Obsessive-compulsive disorder. BMJ348.

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